Todos aquí para mirar arder y consumirse ese fuego. ¿Fuego sólo? ¿No es un corazón apasionado que se ilumina en los cielos?
Soy un hombre apasionado del viento, por él hubiera dado toda mi vida.
Es necesario que el poeta se prodigue, con ardor, boato y liberalidad, para aumentar el fervor entusiasta de los elementos primordiales.
La automatización entusiasta del ser humano por la máquina inteligente que crece en poderes le llevará a la inutilidad
El único propósito del castigo es la prevención del mal; nunca debe ser impulsivo el bien.
No se enganchan a la misma lanza el caballo fogoso y la cierva temerosa
Y he de aprender aún a acercarme a ti con mayor modestia; demasiado impetuoso va aún hacia ti mi corazón.
Estos minutos fueron el comienzo de un estado de ensueño muy extraño y ferviente, de un sentimiento tan impetuoso y exaltado que apenas le corresponde el término grave y noble de amor. Era ese amor, de fidelidad canina y desprovista de deseos, que los seres humanos generalmente no experimentan en la flor de su vida, que sólo sienten las personas muy jóvenes o muy ancianas.
Tal vez todo lo demás, la cautela, la sabiduría, la cordura, la inteligencia, no valga ni un comino porque no está enardecido por la loca pasión de la juventud, ese extraño deseo que pretende salvar el mundo y al mismo tiempo consumirse a sí mismo, que quiere agarrar con las dos manos todo lo que el mundo le ofrece y que a la vez arroja a puñados todo lo que la vida le regala.
Estoy demasiado enardecido y abrasado por pensamientos propios, a tal punto que muchas veces me siento sofocado.
La idea de ir a Italia se le aparecía aún más oscura cuando consideraba la tumultuosa situación de aquel país, conmovido por revueltas civiles, en las que cada pequeño estado estaba en guerra con sus vecinos y todos los castillos en peligro de ser atacados por invasores.
¿De dónde surgen las pasiones repentinas de un varón por una mujer, las pasiones hondas, entrañables? De lo que menos, de la sola sensualidad; pero cuando el varón halla juntos en una sola criatura el desamparo, la debilidad y, a la vez, la altanería, en su interior es como si su alma quisiera desbordarse: queda conmovido y ofendido en un mismo instante. En ese punto brota la fuente del gran amor.
Carmen siempre ha admirado a los hombres elegantes y convincentes en sus argumentaciones y a lo largo de más de cincuenta años de convivencia sólo he visto otro caso de impacto como el causado por Serrano Suñer y fue el conseguido por López Bravo, ministro de Industria en el gobierno del verano de 1962.
El Balón de Oro se lo hubiera dado a Raúl.Es un delantero completo. No sólo hace goles importantes sino que uno se queda admirado con algunos de ellos. Además, también sabe jugar en el centro del campo siendo ahí también desequilibrante.
Y yo respiro, y ando, y caigo, y giro y vuelvo a ver los árboles sedientos y los pájaros disparados en la embriaguez de la música del viento y estoy inmóvil y absorto y maravillado de un día más en el pecho ardiendo.
Estoy absolutamente cautivado por el ambiente de un naufragio. Un buque muerto es el hogar de una gran cantidad de vida: peces y plantas. La mezcla de la vida y la muerte es un misterio, incluso religioso. Existe la misma sensación de paz y el mismo estado de ánimo que el que sentimos al entrar en una catedral.
Uno no puede hablar acerca del misterio, uno debe ser cautivado por él.
La revolución egipcia es una maravilla. Me decía a mí mismo: esto va a ser terriblemente violento y fue magnífico.
Un ejército no violento y vestido de harapos, frustraría los planes de hitler. Yo no tengo necesidad de sus tanques ni aeroplanos. Él no tiene necesidad de destruir nuestros hogares. Nuestro ejército no violento lo acogería y puede ser que no se atreviera a venir
Para escribir este libro he usado el lenguaje mesurado y sobrio del testigo, no el lamentoso lenguaje de la víctima ni el iracundo lenguaje del vengador: pensé que mi palabra resultaría tanto más creíble cuanto más objetiva y menos apasionada fuese; sólo así el testigo en un juicio cumple su función, que es la de preparar el terrero para el juez. Los jueces sois vosotros.
Ruego constantemente a Dios para que nazca sobre esta tierra algún gran espíritu, hombre o mujer, encendido en la piedad divina, capaz de librarnos de nuestros horrendos pecados contra los animales, salvar las vidas de criaturas inocentes
Conservad la llama que Dios ha encendido en vuestros corazones en esta noche: procurad que no se apague, alimentadla cada día, compartidla con vuestros coetáneos que viven en la oscuridad y buscan una luz para su camino
La piel de color moreno el pelo color carbón... ¡Y en lo oscurito del pecho donde duermen los recuerdos colorado el corazón!
¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida o la luz de la muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué es eso: amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su hondura, sus rosas, sus volcanes, o este sol colorado que es mi sangre furiosa cuando entro en ella hasta las últimas raíces?
Con ansia deseamos conocer prematuramente la vida, y la aprendemos en las novelas. Hemos conocido todo; pero entretanto, no hemos gozado de nada. Adelantando la voz de la Naturaleza no hacemos más que perjudicar nuestra dicha, y la ardiente juventud vuela demasiado tarde tras ella.
¡España! País ardiente y seco como un repiqueteo de castañuelas.
Incluso si todos los sabios, durante varias edades, se hubieran consagrado a un estudio infructuoso sobre cualquier tema, de todas formas podría ser precipitado concluir decididamente que éste sobrepasa, por ello, toda comprensión humana
En el Japón somos los herederos de una tradición cultural y de una filosofía agraria, que incluye la naturaleza y el cambio de estación. Quizá sea debido a esto que no somos un pueblo precipitado
Corren malos tiempos para la industria de la música, pero son unos tiempos espléndidos para los músicos en general. Vivimos en un momento explosivo desde el punto de vista creativo. Internet ha sido un instrumento liberador para la música y para todas las artes en general: es lo más parecido a la aldea global de la que tanto hablábamos en los años 60.
La esencia de las técnicas del karate es el kime. Kime significa un ataque explosivo contra el blanco, usando la técnica apropiada y la máxima potencia en el tiempo más corto posible.
El público entra en trance extático ante el altar en el que oficia Michael Jackson.
Tiemblen los tiranos de haber excitado nuestro enojo.
A la empresa compatriotas, que el triunfo es nuestro: vencer o morir sea nuestra cifra; y tiemblen, tiemblen esos tiranos de haber excitado vuestro enojo, sin advertir que los americanos del sud, están dispuestos a defender su patria; y a morir antes con honor, que vivir con ignominia en afrentoso cautiverio.
Las posibilidades creativas de lo nuevo suelen ser descubiertas lentamente por medio de esas formas e instrumentos antiguos que han sido despachados por lo nuevo, pero que, justamente, con la presión de lo nuevo, se dejan arrastrar a un florecimiento casi eufórico
En la ternura de la serpiente nadie cree. Nadie no es trastornado por la sangre incolora de las flores.
Casos como éstos, en los que la muchedumbre derrocha perversión y demencia, no abundan, y tal vez por eso me apasioné en el grado en que lo hice al margen de mi rechazo en tanto que hombre como novelista, como dramaturgo, trastornado de entusiasmo ante un caso de belleza tan atroz.
Nadie que esté entusiasmado con su trabajo puede temer nada de la vida.
Cada mañana, cuando me levanto, experimento una exquisita alegría, la alegría de ser Salvador Dalí, y me pregunto entusiasmado '¿qué cosas maravillosas logrará hoy este Salvador Dalí?
El hombre desenfrenado no puede inspirar afecto; es insociable y cierra la puerta a la amistad.
Cuando el amor desenfrenado entra en el corazón, va royendo todos los demás sentimientos; vive a expensas del honor, de la fe y de la palabra dada.
El colmo de la locura es proponerse destruir las pasiones. Un devoto se atormenta como un demente para no desear nada, no amar nada, no sentir nada y, si lo logra, se vuelve un verdadero monstruo.
A veces, cuando descubro que no he escrito una sola frase después de haber borroneado páginas enteras, me desplomo en mi sillón y allí me quedo, mareado, hundido en un pantano de desesperación, odiándome y culpándome por este orgullo demente que me hace encapricharme por una quimera. Un cuarto de hora después todo ha cambiado; el corazón me da saltos de alegría.