Tu supervisor o tu capataz te da a ti más órdenes durante una semana que toda la policía durante una década.
Cuando se ponen celosas, ahí estoy yo. látigo en mano. El látigo en la derecha y las flores en la izquierda y en medio el material erecto, lleno de amor y de esperma, para controlar tibiamente la situación.
No vengo con ánimo de látigo pero si tengo que decidir lo haré y hoy mejor que mañana porque todo problema que no se arregla se pudre y es mejor decidir y equivocarse que no hacer nada.