Confucio ha dicho que como mejor se conoce el mundo es sin salir de casa. Y no le falta razón. No es imprescindible desplazarse en el espacio; también se puede viajar hacia el fondo del alma.
Tienes que vivir para poder seguir alimentándote, para poder seguir escribiendo. Si te quedas en tu casa, difícilmente vas a encontrar inspiración. Tienes que seguir vibrando, tienes que salir a la calle, tienes que ver a la gente, tienes que compartir.