Los campesinos desconfían del hombre de la ciudad. Vestido como un europeo, hablando su lengua, trabajando con él, viviendo a veces en su barrio es considerado por los campesinos como un tránsfuga que ha abandonado todo lo que constituye el patrimonio nacional.
Muchos grandes de la historia del fútbol nacieron en una barrio pobre y con pocas posibilidades
Me eduqué y nací en el gueto judío (Judengasse), hasta mis quince años, trataron de inculcarme el Talmud. Mis profesores eran personas crueles (Unmenschen), mis colegas eran mala junta, me inducían a pecar en secreto, mi cuerpo era débil, mi alma cruda. Aparte del Talmud tome clases privadas de alemán y francés. Después entre a mi adolescencia.
[Tras la visita al gueto de Lodz] Estos ya no son hombres, son animales. Por eso, no se trata de una tarea humanitaria, sino quirúrgica. Hay que hacer incisiones aquí, y enteramente radicales.
Yo salí de Granada, y vine a ver, la gran villa de Madrid, esta nueva Babilonia, donde verás confundir en variedades y lenguas el ingenio más sutil.
Confundido entre los transeúntes, José María López Lledín desanda ahora —y por siempre— las calles de la Habana Vieja. Gracias a la magia del escultor José villa Soberón, su silueta de caballero medieval se perfila a la entrada del Convento de San Francisco de Asís, para que de boca en boca —como en las leyendas antiguas— sea develado el misterio de su identidad