El único instrumento que los hombres tenemos tanto para perfeccionarnos como para vivir dignamente es la educación
El dinero que se tiene es instrumento de libertad, el que se busca lo es de servidumbre.
¿Queréis el trabajo? Perfectamente, nosotros lo queremos también, pero lo queremos integral. No buscamos un medio de tener descansos, sino pretendemos hallar en él plena satisfacción. Deseamos el trabajo porque él es nuestra autor realización.
Las opiniones no se deben combatir sino por medio del raciocinio. A las ideas no se las fusila.
Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca a la muerte espiritual.
Las tropas regulares pierden el valor cuando se encuentran ante peligros mayores que los que esperaban y superadas por el número y las armas del enemigo. Son las primeras en volver la espada. En cambio, los hombres de la milicia mueren en su puesto.
Aquí, en fin, la cortesía, el buen trato, la verdad, la firmeza, la lealtad, el honor, la bizarría, el crédito, la opinión, la constancia, la paciencia, la humildad y la obediencia, fama, honor y vida son caudal de pobres soldados; que en buena o mala fortuna la milicia no es más que una religión de hombres honrados
La prueba más convincente de la conversión del calor en trabajo se ha derivado de mis experimentos con el motor electromagnético, una máquina compuesta de imanes y barras de hierro puesta en marcha por una batería eléctrica
Me conmueven los lectores a secas, los que aún se atreven a leer el Diccionario filosófico de Voltaire, que es una de las obras más amenas y modernas que conozco. Me conmueven los jóvenes de hierro que leen a Cortázar y a Parra, tal como los leí yo y como intento seguir leyéndolos. Me conmueven los jóvenes que se duermen con un libro debajo de la cabeza. Un libro es la mejor almohada que existe.
A mí me ganaba por la palabra, pero si hubiéramos acabado por llegar a las manos le juro a usted por mis muertos que lo mataba antes de que me tocase un pelo. Yo me quise enfriar porque me conocía la carácter y porque de hombre a hombre no está bien reñir con una escopeta en la mano cuando el otro no la tiene.