¡Fatal ceguera de las pasiones! ¡Le daba las gracias por contribuir a mi perdición, por allanar el camino a los extravíos que iban a llevarme al borde de la sepultura!
Cualquiera que haya tenido el privilegio de dirigir una película sabe de lo que hablo: aunque pueda ser como intentar escribir Guerra y paz subido a un coche de choque en un parque de atracciones, cuando finalmente lo consigues, no hay placeres en esta vida que puedan igualar esa sensación.
La elección de la estructura es sinónimo de la elección de la luz que da forma a ese espacio. La luz artificial es sólo un breve momento estático de la luz, es la luz de la noche y nunca puede igualar a los matices creados por las horas del día y la maravilla de las estaciones
Creo en un mundo unido, y llegará el tiempo en que la gente sabrá preservar su individualidad y -a la vez- abatir barreras divisorias
En ese mismo momento, cuando en verdad podíamos decir: Vano es el socorro del hombre, quiso Dios, para nuestra grande y dulcísima sorpresa, abatir la furia del mal, y al declinar la malignidad de éste, y aunque aún había un número infinito de enfermos, cada vez fueron muriendo menos.
El meme para una fe ciega asegura su propia perpetuación por el simple expediente inconsciente de desalentar la investigación racional.
La muerte es realmente una gran bendición para la humanidad, sin ella no puede haber un progreso real. Las personas que viven para siempre no sólo obstaculizan y desalentar a los jóvenes, sino que carecen de suficiente estímulo para la creatividad.
Lejos de abatirse el investigador novicio ante las grandes autoridades de la Ciencia, debe saber que su destino, por ley cruel, pero ineludible, es crecer un poco a costa de la reputación de las mismas.
Creo que es muy importante asentar nuestra convivencia en una memoria viva y no en un olvido ficticio. Creo que no es posible olvidar; es posible no limitarse a la memoria de lo trágico y tomar otros gestos y otros posicionamientos. (...) Uno siente la alegría del diálogo sin que sea indispensable borrar la historia, uno puede ir al diálogo mucho más auténticamente sino disimula sus heridas.
Las corrientes, las cascadas y los saltos, son los grandes fenómenos de la vida del arroyo. No siendo todavía bastante fuerte para regularizar completamente la inclinación de su lecho, y minar las bases de la roca, arrasar los salientes de la piedra y reducir a polvo los cantos esparcidos, tiene el arroyo que salvar estos obstáculos saltando por encima o escaparse por los lados.