Mas para que ahora no se ría usted demasiado de mí, añadiré que sé muy bien que soy un alegre pinzón y que, no teniendo una indigestión o algo por el estilo, no soy propenso a la melancolía.
Aquellos que padecen una indigestión o una borrachera no saben lo que es comer ni lo que es beber.