Cuando un rival te da un gancho y te abre el ojo y no le puedes ni ver, piensas: esta es la última vez. Pero después ganas, gozas de la victoria y es cuando te dices: una vez más.
No hay atractivo en lo seguro. En el riesgo hay esperanza.
Nos dimos cuenta de que pudimos lograrlo porque éramos los cuatro. Ninguno de nosotros lo hubiera logrado solo, porque Paul no era lo suficientemente fuerte, yo no tenía suficiente atractivo para las chicas, George era demasiado callado y Ringo era el baterista. Pero pensábamos que todos serían capaces de gustar por lo menos de uno de nosotros; y así fue como sucedió
Nada hay que mate tanto las ambiciones de una persona como las críticas de sus superiores. Yo jamás critico a nadie. Creo que se debe dar a una persona un incentivo para que trabaje. Por eso siempre estoy deseoso de ensalzar, pero soy remiso para encontrar defectos. Si algo me gusta, soy caluroso en mi aprobación y generoso en mis elogios.
En un mundo de libre comercio y democracia, no hay incentivo para la guerra y la conquista.
Cuando un rival te da un gancho y te abre el ojo y no le puedes ni ver, piensas: esta es la última vez. Pero después ganas, gozas de la victoria y es cuando te dices: una vez más.