Durante las largas y tristes horas de su prisión, había empleado el tiempo en redactar un extenso diario, en donde contaba todo lo que sabía de su lamentable historia...
La Cábala es una sabiduría tradicional que pretende tratar in extenso los tremendos problemas del origen y naturaleza de la vida, y la evolución del hombre y del universo.
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican. Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón. Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro.
Para mí este territorio es territorio de paso, pero se trata de un paso lo bastante dilatado para que deba procurarme lo que se llama un amor mientras estoy aquí.
He realizado observaciones y experimentos en el espacioso laboratorio del mundo con una maravillosa máquina portátil perfectamente ajustada en mi cabeza.
En un cuerpo nacido, años antes, empezaba a aposentarse la vida de nuevo; todas las cosas aparecían por primera vez ante mis ojos asombrados; el amor me colmaba el pecho, un amor vasto y tranquilo, para las piedras y los animales, para las plantas y los hombres, para la tierra y para el agua... Un amor... Un amor que no se siente a menudo y que lava el alma, la purifica, la eleva.
Se va mascullando improperios y toda clase de frases impublicables del más vasto alvaradeño antiguo.
Y en cuanto a las mujeres, me estoy afirmando continuamente que son el ancho camino real que conduce a la Divinidad.
Yo le quería decir la verdad por amarga que fuera, contarle que el universo era más ancho que sus caderas, yo le pintaba un mundo real y no uno color de rosa, pero ella prefería escuchar... mentiras piadosas.
El pecho le dolía como si se lo hubiesen abierto para sacarle el corazón. Sentía allí un vacío atroz, un vacío real que no podía calmarse hasta que pudiera colocar allí el corazón de Cristina. Son estos fenómenos de una psicología particular que, según parece, no pueden ser comprendidos sino por aquellos a quienes el amor ha asestado ese golpe que en el lenguaje corriente se llama el flechazo.
La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas la preguntas.
Es muy triste no sentirse amado, pero es mucho más triste no ser capaz de amar.
Solo aquél que esté convencido de que no se desintegrará aunque el mundo, desde su punto de vista, sea demasiado estúpido o demasiado mezquino para merecer lo que él pretende ofrecerle, sólo aquel que sea capaz de decir ¡A pesar de todo!; tiene vocación política.
Soy un gran falso mientras finjo la alegría, y tu el gran desconfiado cuando finjes simpatía.
El ajedrez, interesantísimo; es juego de dioses: ¡manejar a nuestro antojo un mundo en pequeño con todas sus figuras! Quién sabe si el mundo no será en resumidas cuentas más que eso, un gran tablero de ajedrez al que unos seres superiores juegan con nosotros como nosotros jugamos con las figuras del ajedrez.
Hay un gran árbol; su tronco es tan grueso que sería muy difícil cortarlo. Ahí sigue al borde del camino. Los carpinteros que pasan por allí ni se dignan mirarle, pero muchos viajeros se cobijan bajo su enorme sombra. Así es el Sabio: de tan grande deviene en inútil, pero muchos se cobijan bajo sus palabras. ¿Por qué, entonces, va a ser perjudicial y malo no servir para nada?
Habla suave y lleva un grueso bastón.
Allí, oculta a los ojos extraños, han despejado la soleada falda de un monte, de cara al mediodía, y en ella crecen vides dispuestas en ordenadas hileras. Al recordar la belleza de aquel lugar se le parte el corazón. Hombres, mujeres y niños se desplazan lentamente por el viñedo, con los cinco sentidos puestos en el cuidado de las cepas.
La filosofía viene siempre demasiado tarde. En tanto que el pensamiento del mundo, sólo aparece cuando la realidad ha cumplido y terminado su proceso de formación.
No creo en la historia porque la historia la hacen los hombres y cada hombre tiene su pasión favorable o desfavorable.....Yo no creo más que en una cosa: en mi conciencia y esa conciencia me dice que he cumplido con mi deber