El hábito de responder al deseo interno de marcar la diferencia, de importar, de ampliar nuestra influencia para llegar a las personas y alisas que más valoramos empieza con una disposición o actitud, una elección, la elección de utilizar la voz de la influencia.
Cuando debes hacer una elección y no la haces, esto ya es una elección
La más interesante y útil observación que puede hacerse acerca de los errores, y principalmente de los errores comunes a muchos, es el estudio del camino que aquéllos han seguido, las apariencias y los modos por los que aquéllos han podido penetrar en las inteligencias y dominarlas.
La vida es un subterfugio de la locura y el que cae en sus redes marcha por un camino abierto por su propia sangre.
Entre cada punto del cuerpo social, entre un hombre y una mujer, en una familia, entre un maestro y su alumno, entre el que sabe y el que no sabe, pasan relaciones de poder que no son la proyección pura y simple del gran poder del soberano sobre los individuos; son más bien el suelo movedizo y concreto sobre el que ese poder se incardina, las condiciones de posibilidad de su funcionamiento.
La posibilidad de admitir errores nos hace ser más humildes. Afortunadamente.
Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter
Sabemos que el dilema mundial de la carencia en medio del esplendor; es una creación de los seres humanos y que puede ser revertida por los propios seres humanos.
Cuando la ley y la moral se encuentran en contradicción, el ciudadano se encuentra en la cruel disyuntiva de perder la noción de lo moral o de perder el respeto a la ley, dos desgracias tan grandes una como la otra y entre las cuales es difícil elegir.
No solo sabremos resistir cualquier agresión sino que sabremos vencer a cualquier agresión y nuevamente no tendríamos otra disyuntiva que aquella con que iniciamos la lucha revolucionaria, la de la libertad o la muerte, solo que ahora libertad quiere decir patria y la disyuntiva nuestra sería patria o muerte.
...el principio, el medio y el fin, el nacimiento, el aumento y la perfección de todo lo que vemos, se hace a partir de contrarios, a través de contrarios, en los contrarios, hacia los contrarios, y que donde hay oposición allí hay también acción y reacción, hay movimiento, hay diversidad, hay multitud, hay orden, hay grados, hay sucesión, hay alternancia vicisitudinal.
Esa rápida alternancia de broma y seriedad, de interés e indiferencia, de pesar y alegría parece ser un rasgo típico del carácter irlandés.
Bob Dylan es uno de los cantantes de blues más importantes del mundo occidental; arte antiguo, rápida improvisación, variación eterna, formulación clásica, visión profética...
Sería posible describir todo científicamente, pero no tendría ningún sentido; carecería de significado el que usted describiera a la sinfonía de Beethoven como una variación de la presión de la onda auditiva.
En la república el pueblo no vota; he ahí el mal, todo el mal... Donde el pueblo vota, la autoridad es indiscutida, y las rebeliones y conmociones son desconocidas. Reconozcamos que no habrá para nuestro país la posibilidad del progreso político, de paz pública, de engrandecimiento nacional, mientras no fundemos nuestro gobierno sobre el voto popular.
Sin padres, sin infancia, sin pasado alguno, no nos queda otra posibilidad que afrontar lo que somos, el relato que llevamos para siempre.
Veo al país siempre con optimismo. Creo que el cambio depende de cada uno de nosotros, y no sólo del Presidente.
La idea de lo sagrado es simplemente una de las ideas más conservadoras en cualquier cultura, ya que busca convertir las otras ideas - la incertidumbre, el progreso, el cambio - en crímenes
En la mayoría de los casos sólo pódemos decir que la causa de cada pequeña variación o de toda monostruosidad se encuentra más en la naturaleza o en la constitución del organismo que en la naturaleza de las condiciones circundantes
Sería posible describir todo científicamente, pero no tendría ningún sentido; carecería de significado el que usted describiera a la sinfonía de Beethoven como una variación de la presión de la onda auditiva.