Cuando llegue la hora de mi muerte, no sentiré haber vivido en vano. Habré visto los crepúsculos rojos de la tarde, el rocío de la mañana y la nieve brillando bajo los rayos del sol universal; habré olido la lluvia después de la sequía y habré oído el Atlántico tormentoso batir contra las costas graníticas de Cornualles
Yo sé que siempre se sigue delante y que nos llenamos de otros nuevos días y al eventual transcurrir de las tardes un día vi el batir de las alas de ayer, más no partió tu recuerdo incensante y aún me despierto al eco de tu risa, de vuelta atrás donde a veces estás pero, ¿qué hago con tanto que nunca se fue?
Dejenme decirles que cuando estaba allí, en la cima del mundo, te sientes tan humilde que ya no piensas en batir récords, no piensas en datos científicos. Lo único que quieres es salir vivo porque no quieres morir delante de tus padres, de tu novia y de toda la gente que te está mirando
Hay que batir el hierro mientras está caliente.