Cuando vaciles bajo el peso del dolor, y estén ya secas las fuentes de tu llanto, piensa en el césped que brilla tras la lluvia; cuando el resplandor del día te exaspere, y llegues a desear que una noche sin aurora se abata sobre el mundo, piensa en el despertar de un niño.
El sueño es la aurora boreal del pensamiento
Un memorable discurso de Ortega en una memorable madrugada echó por tierra el proyecto de república federal que patrocinaba la mayoría como fórmula constitucional en 1931. Ortega argüía: la federación puede y debe ser fórmula para unir lo que no está unido, no para articular lo que tiene ya siglos de unión.
De madrugada mis pensamientos puros volaban como telegramas; y en las ventanas encendidas toda la noche el retrato de la muerte hizo esfuerzos desesperados para huir.