El otro día, casualmente, una religiosa vasca que misiona en el Congo, me hizo un comentario que me pareció absolutamente aplicable a esta situación: que es una de las facultades más difíciles que tienen los seres humanos, pero que cuando la consiguen los pone en un estadío superior del comportamiento. Al recibir dolor, al recibir decepciones, recibir ofensas o adversidades, y en vez de actuar en consecuencia, y actuar defensivamente, y rechazar y expresar el disgusto, conservarlas dentro de uno mismo y neutralizarlas. Una persona que misiona en medio de un país en guerra, tiene esa facultad, o sea, todo lo que sea mal, dolor, entra en mí y no sale de mí
El antisemitismo es la expresión de la falta de talento, de la incapacidad de vencer en una contienda disputada con las mismas armas; y eso es aplicable a todos los campos, tanto la ciencia como el comercio, la artesanía, la pintura. El antisemitismo es la medida de la mediocridad humana.
La civilización terrena posee una civilización extraviada. Ella fue superior a las que le siguieron. El hombre de aquel entonces fue adaptable al gran calor terráqueo, como al gran frío de origen. Él fue electromagnético, supo regirse por las altas matemáticas y ciencias astrales. Aún este hombre magnético mora el helado Plutón, pues como se dijo él es adaptable
...Nunca reconoceremos por gobierno legitimo de nuestra patria, sino aquel que sea elegido por la libre y espontánea voluntad del pueblo; y siendo el sistema republicano el mas adaptable al gobierno de las Américas, propondremos, por cuantos medios estén a nuestro alcance, a que los pueblos se decidan por él...