Conozco a Robbie Williams cómo el bailarín gordo de Take That
Por el amor de Dios, no os bajéis la puta película e id al cine. El laberinto del fauno es una labor de amor muy profunda de mi parte y no sólo una película más en la lista del e-mule. Vedla en la pantalla grande y en algún lugar del mundo, un gordo sonreirá.
Hay un gran árbol; su tronco es tan grueso que sería muy difícil cortarlo. Ahí sigue al borde del camino. Los carpinteros que pasan por allí ni se dignan mirarle, pero muchos viajeros se cobijan bajo su enorme sombra. Así es el Sabio: de tan grande deviene en inútil, pero muchos se cobijan bajo sus palabras. ¿Por qué, entonces, va a ser perjudicial y malo no servir para nada?
Habla suave y lleva un grueso bastón.