Lo que hoy no hago, definitivamente, es perder el tiempo acudiendo a lugares si no es fructífero para las causas que represento. Hay que centrar las fuerzas. Una iluminación propia nos guía para el futuro.
El partido comunista es el arma principal de la acción revolucionaria del proletariado, es la organización de combate de su vanguardia, que debe erigirse en guía de la clase obrera en todos sus combates y, por tanto, también en el movimiento sindical.
El líder que reclama todos los honores por el trabajo de sus seguidores, seguramente encontrará resentimiento. El verdadero líder no reclama ninguno de los honores. El está satisfecho de ver los méritos cuando los hay, va hacia sus seguidores porque él sabe que los hombres que más trabajaran serán por elogios y reconocimiento que sólo por el dinero.
¿Usted cree que en el mundo ya no hay grandes líderes? Si. No sólo en la política han disminuido los líderes. Lo que hoy falta es un líder que cuando hable la gente lo escuche, lo entienda. Alguien como Einstein o Gandhi en su momento.
Como el calor reanima los organismos más caducos, porque se hace sentir en los conductos mas secretos de la vida, el sentimiento despierta el amor de la verdad en los pueblos no habituados a pensarla, porque hay una electricidad moral y el sentimiento es el mejor conductor de esa electricidad.
El ateo es un mal conductor del género humano.
Todo mi papel de crítico, pues, es el de estudiar de dónde venimos y en dónde estamos. Cuando me arriesgo a prever adónde vamos, es una pura especulación por mi parte, una conclusión lógica. (...) Esta es mi tarea. Es ridículo otorgarme otra, plantarme sobre una roca, pontificando y profetizando, haciéndome cabecilla de una escuela, tuteándome con Dios.
El proceso social no va a desaparecer porque desaparece un dirigente
Si en una escuela de cien personas no hay un grupo dirigente de varias personas o una decena o más, formado de acuerdo con las circunstancias reales (y no reunido artificialmente) y compuesto de los profesores, empleados y estudiantes más activos, rectos y despiertos, esa escuela ha de marchar mal.
Los dirigentes de los partidos comunistas europeos que no hiciera un estudio crítico, con todos sus pormenores, de la historia de aquella revolución, se asemejarían al caudillo que, conforme se preparase de momento a nuevas guerras, no estudiara la experiencia estratégica, táctica y técnica de la última guerra imperialista. Un caudillo así condenaría a la derrota sus ejércitos.
Vientos de revancha son los que parecen traer algunos de los Ayuntamientos recientemente constituidos. Las calles dedicadas a Franco y a José Antonio lo estarán a partir de ahora a la Constitución. En Valencia la Plaza del caudillo pasará a llamarse del País Valenciá. Y no hemos hecho más que empezar. Se dedican a borrar la historia.
El capitán Jim era un anciano de alma elevada y mente sencilla, con una eterna juventud en los ojos y en el corazón.
(..) Allí, en fin, todos fueron felices viviendo unidos en lo presente como lo habían estado en lo pasado; pero jamás olvidaron aquella isla a la cual habían llegado pobres y desnudos, aquella isla que durante cuatro años había satisfecho sus necesidades y de la cual no quedaba más que un trozo de granito combatido por las olas del Pacífico, tumba del que había sido capitán Nemo.
Nos hemos permitido numerosas licencias. Ante todo, hemos intelectualizado en gran medida a nuestro paladín [el príncipe]. Ha resultado imprescindible. Su Alteza Serenísima andaba bastante a la greña con la pluma...