La acción realizada por un mandato, es decir; la obediencia suprime de algún modo la libertad; pero no es la obediencia, sino el fin de la acción, lo que hace a uno esclavo. Si el fin de la acción no es la utilidad del mismo agente, sino del que manda, entonces el agente es esclavo e inútil para sí.
La acción económica en materia crediticia debe satisfacer racionalmente las necesidades de la economía social del país, sin perjuicio del poder adquisitivo de la moneda y del equilibrio general de la política económica.
En ellas se me ha hecho la nariz casi la mitad más larga de lo que yo la tenía.
Las grandes organizaciones pueden encender la pasión. Si existe una característica que comparten todos los ganadores, es el hecho de que se preocupan más que nadie por algo. Ningún detalle es demasiado pequeño para sudar o demasiado grande para ambicionarlo.
Ustedes vieron que los paisajes pueden alterarse no solamente por una maniobra del cielo, sino por una maniobra que aunque también es del cielo porque de ahí venimos, es una maniobra de nosotros los seres humanos. Las ciudades se desvanecen, se pueden destruir, se pueden sepultar... Pero hay algo que es inefablemente no cambiante, que es nacer.
Identificar a la Falange con el Movimiento a estas alturas, no puede ser más que una maniobra interesada. Los que, históricamente o no, fueron falangistas y son del Movimiento, son del Movimiento pero no son falangistas.
Sueños las dichas son, sueños las flores, la esperanza, el dolor, la desventura; triunfos, caídas, bienes y rigores el sueño son que hasta la muerte dura, y en incierto y continuo movimiento agita al ambicioso pensamiento.
La técnica del movimiento de masas aspira a infectar a las personas con una enfermedad y, a continuación, ofrecer al movimiento como cura.
Llevar una idea a la práctica es la cosa más difícil del mundo.
Se dice que nuestro enemigo es nuestro mejor maestro. Al estar con un maestro, podemos aprender la importancia de la paciencia, el control y la tolerancia, pero no tenemos oportunidad real de practicarla. La verdadera práctica surge al encontrarnos con un enemigo
La lucha por controlar una operación tan ambiciosa e intrincada como la construcción de una catedral era, en todo momento fascinante. La idea de que los principios de regularidad y repetición pudieran simplificar la construcción y se obtuviese como resultado un edificio armonioso, era en verdad seductora.
La idea detrás de los computadores digitales puede explicarse diciendo que estas máquinas están destinadas a llevar a cabo cualquier operación que pueda ser realizada por un equipo humano
El canto es una ceremonia de amor del artista para con el público
No existe en el mundo occidental ninguna ceremonia capaz de conmover y elevar con semejante fuerza al ser humano. A lo largo de mi vida he gozado de las mejores expresiones del arte, en música, danza, ópera y teatro, pero nada es comparable al ritual taurino.
La vida fluye incesable y uniforme; duermo, trabajo, discurro por Madrid, hojeo al azar un libro nuevo, escribo bien o mal -seguramente mal- con fervor o con desmayo. De rato en rato me tumbo en un diván y contemplo el cielo, añil y ceniza. ¿Y por qué había de saltar de improviso el evento impensado?.
El fracaso no es un evento aislado y catastrófico. No fallas de la noche a la mañana, fracasar se compone de errores en tu juicio repetidos día a día
La posesión, sólo por sí, es algo vulgar, y los medios de que los apasionados se suelen servir la mayor parte de las veces para eso son bastante bajos; no tienen escrúpulo en emplear para sus fines dinero, fuerza, influencias de otros, y hasta narcóticos.
En ninguna parte puede hallar el hombre un retiro tan apacible y tranquilo como en la intimidad de su alma.
El dinero es algo del mismo orden real que los centímetros, granos, metros, kilos o líneas de latitud y longitud Es una abstracción. Es un método de contabilidad para obviar el incómodo procedimiento del trueque. Pero nuestra cultura, en realidad toda nuestra civilización, está completamente colgada de la noción de que el dinero cuenta con una realidad propia independiente.
No me sometí al procedimiento de hacerlo rápido pero mal, y defendí los intereses del Athletic. Esos cambios constantes, tienen que ver con mi preocupación porque se respeten los intereses de la institución para la que trabajo.
En ocasiones un gesto amable tiene más poder que los argumentos aunque yo prefiero el E=MC2
Lo único que permanece eternamente es el alma humana, el hombre creado por Dios para la eternidad. El fruto que queda, por tanto, es el que hemos sembrado en las almas humanas, el amor, el conocimiento; El gesto capaz de tocar el corazón; La palabra que a
No me angustia el mundo. Es la suerte y el destino...No busco ni dinero ni prestigio...Me basta con una buena familia y una buena moral...
He rasgado mi vestido con una copa de vino, hoy tu amor corta como el cristal... buena suerte en tu camino, yo ya tengo mi destino, con mi sangre escribo este final...
A mí no me gusta la literatura solemne, detesto la solemnidad y la pomposidad en el arte. A mí me gusta que lo que escribo tenga muchas luces y mucha chispa, que sea festivo. El arte es, ante todo, un enigma, pero no un enigma doloroso necesariamente, puede ser un enigma absolutamente gozoso.
El aire de solemnidad que tan fuertemente había caracterizado el conjunto, incluso en los días de su uso, se veía considerablemente aumentado por los bastiones y los muros demolidos a medias y por las tremendas masas de ruinas, diseminadas a su alrededor, silenciosas y cubiertas de hiedra.
No puedes abandonar algo en lo que realmente crees por razones financieras. Si mueres en la miseria, que así sea. Pero al menos sabrás que lo has intentado. Diez minutos en la escena musical son el equivalente a cien años fuera de ella
Qué otra cosa es la vida de los mortales, sino una comedia en la que unos actores se disfrazan y ataviados con sus máscaras representan sus respectivos papeles hasta que el director de escena les ordena retirarse de las tablas.
La pena de muerte se convierte en un espectáculo y en un motivo de compasión desdeñosa para algunos; ambos sentimientos ocupan más el ánimo de los espectadores que no el saludable temor que pretende inspirar la ley.
Pero en el espíritu, al que lo infinito dotó de alas, el sueño es más real que todas las verdades. El mundo no es; se crea cada vez que el estremecimiento de un principio atiza las ascuas de nuestra alma. El yo es un promontorio en la nada que sueña con un espectáculo de realidad.