La reducción de los salarios no constituye un remedio contra la depresión, debido a que los capitalistas no dedican inmediatamente las ganancias derivadas de ello a la compra de bienes de inversión.
Lo que los empresarios ganan por medio de la reducción de los salarios, lo pierden pronto a través del descenso de los precios. Lo que es bueno para un empresario individual no beneficia a todos los empresarios en tanto que clase. Si un empresario reduce sus salarios puede, ceteris paribus, aumentar su producción. Pero si todos los empresarios hacen lo mismo, el resultado será totalmente distinto.
Hay dos modos de acumular capital: este puede ser ahorrado como consecuencia de un aumento de los ingresos o por una disminución en el consumo, es decir de gastos.
La realización de los premios de nuestra sociedad es ganada con el costo de una disminución de la Personalidad.
La política es el arte de inventar un recurso a cada nuevo recurso de los contrarios, de convertir los reveses en fortuna; de adecuarse al momento presente, sin que la adecuación cueste el sacrificio, o la merma importante del ideal que se persigue; de cejar para tomar empuje; de caer sobre el enemigo, antes de que tenga sus ejércitos en fila, y su batalla preparada.
Para evitar el daño irreparable, el presupuesto debe balancearse lo antes posible y no sólo en cuestiones superficiales. El equilibrio debe conseguirse mediante el recorte del gasto imprudente y no mediante la subida de la carga impositiva que ya se encuentra socavando los incentivos y la producción.
No es un recorte presupuestal. Es ahorrarle dinero a los ciudadanos para entregárselos en inversiones, en obra.
-Hablar de otro mundo distinto de éste carece de sentido, suponiendo que no nos domine un instinto de calumnia, de empequeñecimiento y de suspicacia contra la vida.