Hay dos tipos de preocupaciones: las que usted puede hacer algo al respecto y las que no. No hay que perder tiempo con las segundas.
Qué tal andas, Sófocles, con respecto al amor? ¿Eres capaz todavía de estar con una mujer?. Y el repuso: No me hables, buen hombre; me he librado de él con la mayor satisfacción, como quien escapa de un amo furioso y salvaje