Un director tiene que buscar desafíos, ser creativo, casi rozar la locura y, sobre todo, ser muy práctico.
Nuestra pasión es rozar el borde vertiginoso de las cosas. Sigue siendo lo que ha sido siempre: el límite estricto entre lealtad y deslealtad, fidelidad e infidelidad, las contradicciones del alma.
Pero la esencia de la dignidad es pretender desear lo que no se puede impedir.
Es el primer beso del que ambos somos plenamente conscientes. Ninguno está debilitado por la enfermedad o el dolor, ni tampoco desmayado; no nos arden los labios de fiebre ni de frío. Es el primer beso que de verdad hace que se me agite algo en el pecho, algo cálido y curioso. Es el primer beso que me hace desear un segundo.
La utopía es pensar y anhelar algo que parece imposible algo digno de la condición de los hombres. Ponerse a trabajar, marginalmente en la utopía, pero tomando las precauciones para que nunca se cumpla del todo.
Te dices: Me marcharé a otra tierra, otro mar, a una ciudad mucho más bella que lo que esta pudo ser o anhelar (...) ¡Ah! ¿No comprendes que al arruinar tu vida entera en este sitio, la has malogrado en cualquier parte del mundo?
Caballeros: Hora es de montar, hora es de internarnos en nuestros montes, hora es de lamer nuestras heridas. Volveremos, y cuando volvamos seremos millones. Fuerza y Honor para todos. Gloria eterna a La Rosa de los Vientos. Hasta siempre amigos.
Si yo fuera pintor, pintaría cuerpos hermosos - Quiero pintar los pezones, y me gustaría pintar Biblias. Voy a decir que yo no voy a pintar el cuello de esta mujer, porque la gente va a pensar que sólo quiero lamer el cuello. ¡Por favor! Eso no es lo que trata el arte.