Pensando en tu bien te digo que cosa dulce es aprender de quien bien te aconseja en tu provecho.
Ella en mi corazón metió la mano, y de allí me llevó mi dulce prenda: que aquel era su nido y su morada.
Aquél que no es celoso no está enamorado
El que vive enamorado delira, a menudo se lamenta, siempre suspira, y no habla sino de morir.