Ese ser prodigioso que se debatía sonriente en medio de su propio aniquilamiento como en un océano de goce, como en un orgasmo interminable.
Muchas veces tengo una erección cuando estoy trabajando en algo, cuando escribo o toco la guitarra y me masturbo o a veces trato de abstenerme porque veo al orgasmo como algo dañino para mi fuerza creativamente, así que a veces veo esa erección como mi enemigo.
Si nuestro teatro tuviese el temblor de las fiestas de toros, sería magnífico. Si hubiese sabido transportar esa violencia estética, sería un teatro heroico como La Iliada... Una corrida de toros es algo muy hermoso
Llamar fiesta a un rito tan sangriento como una corrida de toros es lo contrario de llamar sacrificio al rito incruento de la misa...