Yo consideraba que mi principal misión consistía en pulir mi estilo de juego, en aprender a llevar al tablero planes de largo alcance, sutiles maniobras de posiciones, y jugar con mano firma complejas combinaciones.
El señor Ferguson me enseñó a pulir mis defectos, a saber dar un pase en el último instante, a tomar la decisión adecuada en el área
Hemos trabajado con la esperanza de que nuestra labor coopere en la gran tarea de dignificar la vida humana por los senderos de la belleza y contribuya a levantar un dique contra el oleaje de deshumanización y vulgaridad.
Morir es la consecuencia de la vida y de nosotros depende que cuando lleguemos a ese momento lo dejado atrás sea lo suficientemente relevante como para dignificar la memoria que leguemos a nuestros sucesores
Bien conocidas son las dificultades con las que tropieza un profesor para ilustrar su discurso, valiéndose de proyecciones luminosas. Necesita colocarse frente a la pantalla cuidando de no ocultar la figura proyectada para llamar la atención de sus alumnos sobre los detalles que más les interesan y enseñárselos con un puntero.
Algunas palabras dignas de memoria pueden bastar para ilustrar una gran sensibilidad.
Yo consideraba que mi principal misión consistía en pulir mi estilo de juego, en aprender a llevar al tablero planes de largo alcance, sutiles maniobras de posiciones, y jugar con mano firma complejas combinaciones.
Estudiar equivale a pulir la piedra. A fuerza de cultivarla, se purifica el espíritu.
¿De dónde vienes de mirar tus ojos padre? ¿Algún cajón, cazar de los palomos? ¿Algún bruñir del día en que alumbraste, desde el centro más sonoro de tu sangre la mía propia padre?
Con estructura federal no se lograría una mayor prosperidad en las regiones, sino que estas cultivarían pequeños intereses, enemigos de un alto ideal de la nación, fomentados por los hombres mediocres. Es más fácil destacar en medios de cultura paupérrima que luchar en las grandes capitales con hombres de gran talla
Si Dios creó sombras es para destacar mejor la luz.
Los narradores de historias de las ciudades falsean de tal manera la vida, que la hacen aparecer dulce a los ojos de los perezosos, de los estúpidos y de los débiles, y eso sólo contribuye a reforzar sus flaquezas, sin enseñarles nada, ni hacerles el menor bien, ni engrandecer su corazón.
Disfruté de Pelé, de Maradona, y disfruto de Messi. Participar de comparaciones me parece que no tiene como objetivo engrandecer al elegido, sino empequeñecer al descartado. Los tres son admirables.
Algunas palabras dignas de memoria pueden bastar para ilustrar una gran sensibilidad.
Si a veces empleaba locuciones que parecen triviales, lo hacía con el fin de ser perfectamente comprendido de las masas, de las clases del pueblo, y descendía por decirlo así, abandonando las pretensiones literarias con la mira de ilustrar el espíritu del pueblo.
La revolución proletaria debería arrojar un rayo de bondad para iluminar la triste vida de las prisiones, disminuir las sentencias draconianas, abolir los bárbaros castigos -las cadenas y azotes- mejorar en lo posible la atención médica, la alimentación y las condiciones de trabajo. ¡Es una cuestión de honor!
Los hombres geniales son meteoros destinados a quemarse para iluminar su siglo.
Pensar en Riobamba es limpiar la frente de toda escoria para imantarla con presagio lustral de ideales grandes. La amo con los cánones del alma, estoy cautivo en su piedra, su brisa, su paisaje...
Mi trabajo no es hacérselo fácil a la gente. Mi trabajo es hacerlos mejores. Es juntar de diferentes partes de la compañía, limpiar las vías y obtener recursos para los proyectos clave