Sinónimos de abochornado

Otros sinónimos de abochornado

  • ...
  • Después de habernos reunido totalmente en una gran familia, hermanos, iremos juntos sobre la luz y el saber, alejaremos las tinieblas y marcharemos hacia el ideal común de la Humanidad: la vida fraternal y libre, la sociedad donde nadie será esclavo ni será humillado por quienquiera que sea nunca más.

    Néstor Majnó

    Al hombre le gusta ver a su amigo humillado ante él; para la mayoría la amistad está basada en la humillación

    Fiódor Dostoyevski
  • ...
  • No se trata de ser como todo el mundo. Yo estaba confundido acerca de eso por un tiempo cuando yo estaba en la escuela

    Taylor Swift

    Algunos autores han confundido la sociedad con el gobierno, dejando poca o ninguna distinción entre ellos y no sólo son diferentes, sino que tienen diferentes orígenes. La sociedad es producida por nuestros deseos, y el gobierno de nuestra maldad.

    Thomas Paine
  • ...
  • Si queréis saber cómo habita el alma en el cuerpo, os bastará observar cómo usa el cuerpo de su cotidiana habitación: si ésta es desordenada y confusa, desordenado y confuso será el cuerpo poseído por el alma.

    Leonardo da Vinci

    La historia es sólo un confuso montón de hechos.

    Felipe Stanhope de Chesterfield
  • ...
  • ¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida o la luz de la muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué es eso: amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su hondura, sus rosas, sus volcanes, o este sol colorado que es mi sangre furiosa cuando entro en ella hasta las últimas raíces?

    Gonzalo Rojas

    Y el rey colorado de barba de acero, su padre, la llama con queja amorosa; y un llanto de fiera, un llanto sincero se pierde en la duna de Islandia brumosa.

    José María Eguren
  • ...
  • ...
  • ...
  • Si Alemania, mi patria querida, de la cual usted sabe me siento orgulloso, no me acepta, entonces debo, en nombre de Dios, quedarme en Francia o Inglaterra y sentirme avergonzado de Alemania como nación.

    Wolfgang Amadeus Mozart

    Y pasó el hombre sigilosamente, con un poco de asco, mirando a diestra y siniestra, como una reina anciana que visita un hospital. Parecía un tanto avergonzado del espectáculo: de aquellos cajones grises, blancos o negros, que tanto asustan a los hombres, y de aquella luz amarilla y sucia que daba al local cierto aspecto de taberna.

    Francisco Tario