La divinización del mercado, que compra cada vez menos y paga cada vez peor, permite atiborrar de mágicas chucherías a las grandes ciudades del sur del mundo, drogadas por la religión del consumo, mientras los campos se agotan, se pudren las aguas que los alimentan y una costra seca cubre los desiertos que antes fueron bosques.
La divinización del mercado, que compra cada vez menos y paga cada vez peor, permite atiborrar de mágicas chucherías a las grandes ciudades del sur del mundo, drogadas por la religión del consumo, mientras los campos se agotan, se pudren las aguas que los alimentan y una costra seca cubre los desiertos que antes fueron bosques.
Mi filosofía me hace vivir contento con la seguridad de que el testimonio publico y el de mi conciencia, persuaden que he procurado llenar mis deberes
No puede un viejo solo llenar toda una casa, un rincón de los campos, una granja. No puede. Así un anciano guarda la casa solitaria, en la noche de invierno. Y está solo. Está solo.
Es fácil de colmar aquel que no tiene espacio en el corazón
No me preparo a mi vez para convertirme en maestro. No por falta de ambición o porque una persona eminente me humille; sino, porque, como discípulo, me he internado en una vía fecunda cuya progresión basta para colmar mis aspiraciones intelectuales
En un momento dado, comprendí que no hacía falta cargar la vida con un peso excesivo... Y, afortunadamente, lo comprendí bastante pronto
La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será.