Una vida sin propósito es una muerte prematura.
La idea de que el mundo tiende a ir peor, que sucumbe sin propósito alguno en la corrupción, es la gran idea encarnada en la Segunda Ley de la Termodinámica.
La diferencia que existe entre un militar que manda y un revolucionario que dirige, reside en que el primero se impone por la fuerza, mientras que el segundo no dispone de más autoridad que la que se deriva de su propia conducta
Tienes el derecho de ser lo que tú tienes poder de ser. Sólo de mí deriva todo derecho y toda justicia: tengo el derecho de hacerlo todo, en tanto que tengo el poder para ello.